Daniel Lunar, ganador del Concurso Innova Maheso: “Me ha motivado a continuar explorando nuevas técnicas y combinaciones de sabores”
Hablamos con Daniel Lunar, alumno de Técnico Superior en Dirección de Cocina sobre el premio y su plato “Makaballa”, ganador del concurso y comercializado por Maheso.
El Concurso Innova Maheso organiza el reto a la innovación dirigido al alumnado de escuelas de hostelería y, como reconocimiento, ofrece un premio económico, la posibilidad de hacer prácticas en la empresa y la incorporación de la receta ganadora en su gama de productos. Daniel Lunar, alumno de primero de Técnico Superior en Dirección de Cocina del CETT, ha sido el ganador de su primera edición y ha visto su plato comercializado en los supermercados.
El reto buscaba platos con elaboración caliente en planta y necesidad de previa regeneración en freidora, horno, airfryer, microondas o sartén. Este curso, ha contado con la participación de cuatro alumnos del CETT: Marc Atroche, Aniol Moron, Julia Lebuignon y Daniel Lunar.
Hablamos con Daniel para conocer su experiencia en el concurso.
- En primer lugar, ¡enhorabuena! ¿Nos podrías hablar de tu receta, el “Makaballa”?
La receta consta de dos ingredientes principales, la Caballa y el Alga nori, de ahí su nombre: Makaballa. Para prepararla hay que limpiar la caballa para que queden dos filetes, estirar el alga nori y envolverla con el filete de caballa hasta que quede un rollito. Después se corta en unos cuatro - cinco trozos, en función de la medida, se realiza la tempura, se baña y se fríe. El objetivo es que quede una fritura blanca para conseguir que quede un poco cruda por dentro y evitar que quede seca por pasarse de cocción. Para servir, se acompaña con dos salsas, una mayonesa de wasabi y una de teriyaki. - ¿Qué papel han jugado el CETT y su equipo docente en su elaboración?
Tanto lo CETT como el profesorado han sido de gran ayuda en la elaboración de la receta. Yo iba con una idea, pero con el profesorado le dimos otro enfoque y experimentamos con diferentes maneras de elaborarla y emplatarla. Y, sobre todo, me ayudaron mucho con el tema de la salsa, especialmente la teriyaki. Fue lo que más nos costó porque queríamos hacerla nosotros mismos y había que encontrar el equilibrio para que no fuera ni demasiado dulce ni ácida. - ¿Qué supone el premio del Concurso Maheso Innovación en tu trayectoria académica y profesional?
Representa un gran impulso. A nivel académico te motiva, porque que te das cuenta de todo lo que has aprendido, el esfuerzo, la creatividad... y, sobre todo, te motiva a continuar explorando nuevas técnicas y combinaciones de sabores. Y a escala profesional te da visibilidad y la oportunidad de destacar en un sector competitivo. - Una de las recompensas de la distinción es la comercialización de la receta por Maheso. ¿Cómo lo has vivido?
Es un orgullo poder ver la receta que has creado, la tuya, en los supermercados. Saber que la gente podrá comprarla y consumirla te da una satisfacción que compensa todo el esfuerzo y pasión que has dedicado a hacerla. - ¿Animarías al alumnado del CETT a participar en iniciativas como el Concurso Innova Maheso? ¿Por qué?
Claramente que sí, porque, como bien indica su nombre, el concurso te propone un reto. Por ejemplo, en nuestro caso, Maheso nos puso una serie de requisitos a evitar y a partir de ahí teníamos libertad para hacer la receta como quisiéramos. Al principio no sabes qué hacer y le das vueltas y vueltas hasta que un día, ya sea porque ves algo o simplemente se te enciende la bombilla, te vienen a la cabeza posibles combinaciones que piensas que podrían quedar bien. A partir de entonces vas haciendo pruebas y aunque no pases a la final, lo que te llevas es un aprendizaje: te has superado a ti mismo, has demostrado que eres una persona creativa y has aplicado cosas que te han enseñado en el Campus CETT.
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