"Vivir esta experiencia me ha proporcionado una nueva forma de ver las cosas, de respetar la tierra, el producto, su historia y las personas que se involucran en hacer posible que llegue la comida al plato"
Cuatro estudiantes, Eva Serra, Raquel Aitana, Marc Jiménez y Enric Barceló, del tercer año del Grado de Ciencias Culinarias y Gastronómicas, han realizado una estancia de siete días en Granvin, Noruega.
Con este fin y con el objetivo principal de sumergirse en una cultura culinaria diferente a la nuestra, los estudiantes han aprendido de las costumbres a través de diversas actividades para así ofrecer una propuesta gastronómica adecuada a los comensales del Hotel Jaunsen. "Eli, la propietaria del hotel, es una persona tremendamente generosa y se esfuerza por hacerles entender las costumbres noruegas. Pescamos el pescado que servimos en el fiordo, recolectamos las hierbas que servimos con un agrónomo, visitamos el matadero y Hans, el propietario, nos deshuesó la res que servimos en los eventos", explica Alvaro Brun, quien es el profesor que ha acompañado a los estudiantes durante su estancia.
"Disponen (los estudiantes) de una frescura y una energía tan fuerte que es digna de elogio. Fueron cuatro días muy intensos y los clientes quedaron ampliamente satisfechos. La experiencia ha sido tan positiva que uno de los alumnos irá a trabajar allí en verano", explicó el profesor.
¿Cómo describirías tu experiencia cocinando en Noruega?
Eva: Para mí, esta experiencia ha sido única. Creo que cocinar en Noruega nos ha dado una ventaja en términos de poder desarrollarnos como cocineros en condiciones diferentes, con productos diferentes y en una cocina externa. La actividad es muy inmersiva; al final, cocinamos platos que sabíamos de primera mano de dónde provenía el producto, ya sea que lo hayas pescado, recolectado u obtenido de la misma granja. Creo que Eli nos ha proporcionado una oportunidad única de poder experimentar un verdadero kilómetro cero.
Raquel: Noruega es un contexto completamente diferente al que estamos acostumbrados aquí. En cuanto a las técnicas, estábamos mejor preparados, pero su concepto de suministro de productos y respeto por el producto local me ha gustado mucho. Hacer excursiones junto a las zonas del hotel para ir a recoger el producto, ver cómo lo hacen, recibir explicaciones y utilizar el mismo producto que has pescado para el menú ha hecho que esta experiencia sea increíble.
Marc: La actividad ha superado todas mis expectativas. Cocinar en el hotel de Eli ha sido increíble; ella es una gran persona y nos ha ayudado a entender su tierra y su producto. A nivel personal, considero que vivir esta experiencia me ha proporcionado una nueva forma de ver las cosas, de respetar la tierra, el producto, su historia y las personas que se involucran en hacer posible que llegue la comida al plato. Todo junto ha modificado mi visión culinaria.
Enric: Bastante especial. Te das cuenta de que productos que en Cataluña puedes encontrar con mucha facilidad allí son mucho más complicados y tienes que adaptarte. Fue muy especial aprender sobre una gastronomía que muchos consideran escasa o de peor calidad, pero que realmente no lo es. Yo la definiría como una gastronomía que se ha tenido que adaptar a unas condiciones climáticas adversas, pero que esto ha provocado que los pocos productos que tienen hayan alcanzado un nivel de calidad excepcional.
¿Cuál fue la parte más desafiante de diseñar el menú degustación con total libertad creativa?
Eva: La parte más desafiante era el hecho de que no teníamos la seguridad de que lo que estábamos haciendo saliera bien, pero considero que era la parte emocionante del proceso.
Marc: La parte más complicada de esto fue la obtención de ideas y de inspiración para arrancar el proyecto. Éramos 4 personas involucradas, todas con actitudes y formas de ver la cocina totalmente diferentes. Hacer encajar nuestros pensamientos como un puzzle fue complicado al principio.
¿Y la mejor parte de la experiencia?
Raquel: Para mí, el cambio de paisaje, el país. Ir a un lugar completamente diferente tanto en el ámbito visual como social y cultural ha hecho que sea una experiencia inolvidable. Ir a un matadero y que los trabajadores te explicaran el proceso con una demostración, ir a pescar en el fiordo y utilizar el mismo pescado que luego presentábamos a los pescadores como plato, y más, poder compartirlo con gente que tiene las mismas aficiones que tú.
Enric: La amabilidad de todas las personas con las que coincidimos, y sobre todo, la acogida que nos dio Eli, que se desvivió por nosotros. Creo que todos le debemos una muy grande por darnos la oportunidad de vivir esta experiencia y por el buen trato que tuvo con nosotros.
Com us ha ajudat aquesta experiència a la vostra formació?
Eva: Formar part d'aquesta experiència era un gran esforç, ja que jo no em podia permetre deixar de treballar durant el curs per a fer un Erasmus. Però anar cap allà va implicar fer un intercanvi i aprendre molt i em va donar una visió nova d'aprenentatge. En l'àmbit de la meva formació crec que m'ha proporcionat una visió molt amplia de noves maneres de treballar i de donar encara més importància als productes i a les maneres de fer.
Raquel: Quan se't planteja una situació com aquesta, on vius una setmana en un entorn diferent del qual estàs acostumat i que et permet desenvolupar-te com a persona, et fa pensar moltes coses noves. És una experiència única que si en futur tingués una altra oportunitat de viure, no dubtaria.
Marc: La capacitat de treballar en equip i adaptar-me a diferents situacions han estat aspectes que he pogut desenvolupar de manera notable. Aquesta experiència m'ha obligat a col·laborar amb persones amb habilitats diverses, aprenent a valorar les seves perspectives i a buscar punts en comú per assolir objectius compartits. A més, he après a mantenir la flexibilitat i a ajustar-me a canvis inesperats, alliberant-me de la rigidesa i permetent-me adaptar-me millor als reptes que es presenten en el camí.
Enric: Considero que viatjar sempre és quelcom positiu per a la formació de qualsevol persona. Si a més li sumes el repte d'haver d'elaborar dos menús gastronòmics i de poder gaudir d'un país com és Noruega ja és el súmmum. Per tant, aquesta experiència m'ha fet descobrir un nou país, una nova cultura, una societat i m'ha fet reflexionar sobre com som nosaltres i com crec que hauríem de ser.