Los expertos ofrecen las claves para evitar el despilfarro alimentario durante las fiestas de Navidad
16.12.2019
• Desde el CETT, centro de formación e investigación en turismo, hotelería y gastronomía, se recomienda llevar a cabo un consumo responsable durante estos días de reuniones familiares
• Preparar los menús con antelación, hacer compras conscientes y reaprovechar ingredientes, algunas de las indicaciones para ser más sostenibles
Ante la proximidad de las fiestas de Navidad, en las que es habitual preparar comidas más abundantes y para más comensales, los expertos del CETT, centro de referencia en turismo, hotelería y gastronomía, adscrito a la Universidad de Barcelona, alertan del peligro de producir un mayor derroche alimentario y hacen un llamamiento a realizar un consumo sostenible, también durante estas fechas.
Felipe Celis, profesor de gastronomía y experto en sostenibilidad alimentaria, asegura que “si tomamos conciencia, podremos minimizar el impacto medioambiental y económico derivado de nuestros hábitos alimentarios”. Celis aconseja hacer pequeños gestos e ir adoptando algunas medidas para reducir, progresivamente, nuestro despilfarro.
Hacer una planificación previa de los menús y de la compra, congelar el exceso de comida, reutilizar los ingredientes para otros platos como, por ejemplo, sopas, cremas o canelones y tener siempre en cuenta el número de comensales para adecuar la cantidad que preparamos, son algunas de las recomendaciones sencillas pero efectivas que los profesionales proponen.
Les 5 claves de los expertos
Algunos de los consejos que los profesionales proponen son los siguientes:
1. No te fijes solo en la apariencia. Nuestro comportamiento responsable empieza a la hora de comprar los productos que consumiremos. Por eso, cuando vamos al mercado o al supermercado y elegimos alimentos como frutas o verduras es necesario no fijarnos solo en el aspecto que tienen. Que una manzana sea estéticamente perfecta no significa que sea mejor, sino que, probablemente, ha sido tratada con más productos artificiales. Como consumidores tenemos el poder de hacer que no se tiren productos solo porque no tienen un aspecto perfecto.
2. Planifica los menús. Elaborar el menú y hacer una lista con los productos que necesitamos no solo nos ayuda a la hora de cocinar, sino también en el momento de hacer la compra. En este sentido, y en una época en que acostumbramos a preparar comida para un mayor número de comensales del habitual, resulta muy recomendable calcular con anterioridad las cantidades exactas que necesitaremos para hacer las raciones y no comprar un exceso de comida que no utilizaremos.
3. Todo se puede aprovechar. Muchos de los productos que usamos para cocinar son muy versátiles, como es el caso del pescado o la carne; alimentos que se pueden elaborar de muchas maneras diferentes y de los que nos pueden salir diferentes platos. Nochebuena, Navidad, San Esteban, Fin de año, ... Las fiestas de Navidad son unas fechas en las que se concentran una gran cantidad de comidas y cenas con familiares y amigos en días muy seguidos. Por eso, cuando planificamos los menús, podemos pensar en platos que nos sirvan para reaprovechar los alimentos en diferentes ocasiones.
4. Inspírate en la cocina tradicional. La cocina tradicional está llena de recetas deliciosas de reaprovechamiento. Las croquetas, las sopas, las cremas o las ensaladas son algunos de estos platos que nos pueden ayudar a dar una segunda oportunidad a una fruta que, por ejemplo, está demasiado madura. No es casualidad que el plato estrella de San Esteban sean los canelones. Esta costumbre tan extendida es el ejemplo perfecto de una receta exquisita que nos permite sacar todo el partido a la carne.
5. Cocina con consciencia. En una era en que se habla muy a menudo de la atención plena y de tomar conciencia de todo aquello que comemos, resulta obligatorio que también prestemos atención a la hora de preparar nuestras comidas. Escoger productos de proximidad y optar por cocinar a base de alimentos de temporada, nos ayudará a ser más responsables con el entorno y a reducir el derroche alimentario, a la vez que disminuimos nuestro gasto económico.
“Si tomamos consciencia, podremos minimizar el impacto medioambiental y económico derivado de nuestros hábitos alimentarios”
Felipe Celis
Responsabilidad a los fogones
Desde el CETT se quiere poner el foco en la importancia de incorporar estos hábitos responsables también en las cocinas profesionales. Es con esta vocación que, como centro de formación en gastronomía, se fomenta la integración de estos valores en la misma educación del alumnado. Nan Ferreres, directora de la escuela técnica profesional y los estudios universitarios de gastronomía, sostiene que “las cocinas profesionales tienen la obligación de ser un ejemplo de responsabilidad alimentaria y los referentes del sector deben ser capaces de fomentar y de integrar estos hábitos”.
Además, Ferreres asegura que, ante unos consumidores cada vez más exigentes en este aspecto, desde los restaurantes y espacios gastronómicos “se debe tener la capacidad de atender esta demanda y, para ello, resulta esencial contar con profesionales formados también en esta materia”.