Reducir el despilfarro alimentario, un objetivo común de Espigoladors y el CETT
El despilfarro alimentario es un reto global y uno de los problemas más presentes en la sociedad. En Europa, el despilfarro alimentario se sitúa entre 280 y 300 kg por habitante y año, según indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Además, aproximadamente el 85 % de los alimentos despilfarrados a escala mundial son vegetales, mayoritariamente frutas y verduras.
En este contexto, resulta fundamental trabajar para la reducción de este fenómeno, y este es el objetivo de entidades como Espigoladors, una organización sin ánimo de lucro que lucha por el aprovechamiento de los alimentos y, a la vez, da oportunidades laborales a personas en situación de exclusión social. Y lo hace con un modelo basado en la economía circular y en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Espigoladors lucha por el aprovechamiento de los alimentos y, a la vez, da oportunidades laborales a personas en situación de exclusión social
Su nombre ya da pistas sobre su actividad: espigolar (‘espigar’) era una práctica que se llevaba a cabo antiguamente en los campos y que ahora la entidad recupera para contribuir a disminuir las pérdidas y el despilfarro alimentario. Consiste en recolectar frutas y verduras ‒de acuerdo con el sector primario y en colaboración con personas voluntarias‒ que se descartan del circuito comercial por excedentes de producción, descenso de ventas o, también, por razones estéticas. “Promovemos esta actividad como estrategia para reducir el despilfarro alimentario, impulsando la transformación social y facilitando el acceso a una alimentación adecuada y saludable para todo el mundo”, apunta Mireia Barba, presidenta de Espigoladors.
La mayoría de los alimentos recuperados se destina a entidades sociales y puntos de distribución de alimentos que promueven una alimentación saludable para personas en situación vulnerable. La parte restante se transforma en conservas 100 % naturales y artesanales (mermeladas, patés vegetales, salsas y compotas...) bajo la marca “es im-perfect®”. Se trata de la primera marca del Estado español que elabora productos de alta calidad elaborados a partir de excedentes o fruta y verdura descartada por cuestiones estéticas.
A raíz de la colaboración entre el CETT y Espigoladors, el alumnado realizará actividades vinculadas al proyecto
A la lucha de la entidad por la reducción de las pérdidas y el despilfarro alimentario, y el fomento de la transformación social, se le suma un tercer eje clave: la generación de conocimiento y la concienciación. Es con esta vocación que el CETT-UB colabora con Espigoladors y, en este marco, llevará a cabo actividades y proyectos vinculados con el entorno de la prevención del despilfarro alimentario o con las dietas sostenibles en el ámbito de la gastronomía y la restauración, con objetivos pedagógicos que se adecuen a la formación de los alumnos del CETT, en programas como el Grado de Ciencias Culinarias y Gastronómicas o el Ciclo Formativo de grado superior en Dirección de Cocina, entre otros. “La sensibilización del alumnado es una pieza clave para llevar a cabo esta transformación social en sectores que tienen un papel importante, como es el de la restauración. Incluir en su formación los valores y el conocimiento del CETT y Espigoladors es una oportunidad para promover un cambio de conciencia social”, destaca Montserrat Saperas, profesora y directora del GRCiG, el Grupo de Investigación Cocina y Gastronomía del CETT-UB.
A raíz de la colaboración entre el CETT y Espigoladors, el alumnado llevará a cabo actividades vinculadas al proyecto y tendrá la oportunidad de realizar prácticas en Espigoladors. Además, el centro universitario tiene el objetivo de fomentar la investigación en este ámbito, a través de la creación de una línea de investigación específica, así como diseñar nuevas formaciones orientadas a distintos perfiles y niveles sobre esta temática.
Paralelamente, el CETT asesora a Espigoladors en el diseño de recetas de aprovechamiento y en la elaboración de materiales de divulgación, en el ámbito nutricional y gastronómico, con el objetivo de fomentar el aprovechamiento alimentario y la alimentación saludable y sostenible. La entidad destinará estos materiales a los puntos de distribución de alimentos para fomentar hábitos de consumo de fruta y verdura entre las personas usuarias.
Incorporar hábitos responsables en las cocinas profesionales es clave. En este sentido, Saperas afirma que “la sensibilización y la toma de conciencia sobre la importancia de reducir el despilfarro alimentario y ser responsables en la cocina empieza en la formación de los futuros profesionales del sector. Por este motivo, la colaboración con Espigoladors es una oportunidad para el alumnado del CETT de conocer proyectos responsables basados en los valores de la sostenibilidad”.
La colaboración del CETT con Espigoladors es un ejemplo de la apuesta del CETT por la transmisión de conocimiento en sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las formaciones que imparte. La sostenibilidad y el compromiso con la sociedad y con el entorno forman parte de la esencia del CETT.