Expertos en turismo LGTB aseguran que formar a los profesionales del sector es imprescindible para el colectivo a la hora de viajar
El CETT-UB ha reunido en una mesa redonda a expertos de diferentes ámbitos para debatir sobre la relación entre el turismo y la comunidad LGTB y la importancia de la formación de los profesionales del sector turístico para dirigir y gestionar la oferta y la atención turística al colectivo LGTB.
El debate "El turismo y la comunidad LGTB: una perspectiva educativa", celebrado online, ha contado con la participación del director del Departamento de Promoción de Turismo de Barcelona, Mateo Asensio; la directora de Innovación, Transformación digital e Inversiones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Natalia Bayona; desde los Países Bajos, las influencers de viajes de la comunidad LGTB Maartje Hensen y Roxanne Weijin; el CEO de Queer Destinations y miembro de la junta directiva de la International LGBT Tourism Association (IGLTA), Oriol Pàmies; y desde el grupo de trabajo sobre género y diversidad de la Organización Internacional de Turismo Social (ISTO), Iaia Pedemonte. La Dra. Maria del Pilar Leal, coordinadora de Másteres y Postgrados del CETT-UB; y Núria Abellan Calvet, coordinadora del Máster en Turismo LGTB, han presentado el acto. Los ponentes han coincidido en que la formación es la base para mejorar las experiencias de los turistas de la comunidad LGTB, conocer qué necesitan a la hora de viajar y para empujar a toda la sociedad hacia el cambio.
La experiencia durante el viaje, clave
Desde Turismo de Barcelona, Mateo Asensio ha hecho hincapié en que lo más importante es que los visitantes se sientan cómodos, y ha destacado que "es importante saber que hay una generación que no tiene conocimiento del colectivo, y que este necesita sentirse más cómodo. Por eso es importante estudiar y aprender cómo hacerlo posible y hacer más fácil la vida de los visitantes en la ciudad". Ha señalado, además, que Barcelona es la capital de la diversidad y es un gran lugar para estudios como el Máster en Turismo LGTB que impulsa el CETT. Durante la mesa redonda, Asensio ha añadido con contundencia: "No puedo aceptar hechos como los que hemos visto esta semana, que alguien salga por la noche y arriesgue su vida. Parece que podría ser fácil cambiarlo, pero no lo es: hay que trabajar cada día y no explicarlo más a la comunidad, sino que los demás entiendan mi realidad", en referencia al asesinato homófobo de Samuel la madrugada del 3 de julio.
Por su parte, Natalia Bayona ha destacado que "el papel de las instituciones es clave en todo lo referente a la diversidad y la inclusión" y ha afirmado que "el 33% de los turistas LGBT se dan cuenta de que sienten diferencias cuando viajan a diferentes destinos". Bayona ha explicado que es necesario que los destinos LGTB sean más proactivos a hablar de ello en los periódicos, revistas y blogs "para que las personas que forman parte del colectivo puedan sentir que estos destinos son para ellas, que podrán vivir muchas experiencias memorables y únicas y que la felicidad en un sector económico tan humano como el turismo es bienvenida".
Los ponentes también se han mostrado de acuerdo en que la experiencia durante el viaje y los pequeños detalles en la atención del personal de la industria turística son aspectos clave para los turistas de la comunidad LGTB, y apuntan que hay que tener en cuenta que cada colectivo tiene necesidades diferentes. Al ser preguntadas sobre los aspectos que consideran para escoger un destino, las influencers de viajes de la comunidad LGTB, Maartje Hensen y Roxanne Weijin, han apuntado que "como mujeres turistas nos fijamos en la seguridad: no sólo como mujeres, sino también como pareja". Han añadido que se informan sobre qué leyes para el colectivo LGTB hay en el destino y cuál es la opinión pública. Han destacado, además, la importancia de que las personas que integran la industria turística se formen sobre estas cuestiones que el colectivo tiene presente y que otras personas no se deben plantear.
Oriol Pàmies, desde la International LGBT Tourism Association y de Queer Destinos, ha señalado que "según la Organización Mundial del Turismo, el segmento LGTB es el que está experimentando un crecimiento más rápido a nivel internacional y el sector contará, en 2030, con 180 millones de viajeros LGTBQ +". Pàmies ha hecho referencia a un estudio de IGLTA en México sobre el colectivo LGBT que ha identificado que este segmento está entre** los primeros que empiezan a viajar después de la pandemia**, pero añade que los destinos no están preparados: el sector privado no está formado para darles la bienvenida de la mejor manera, el producto no está listo ni tampoco las estrategias de marketing.
Por último, Iaia Pedemonte, respecto al grupo de trabajo sobre género y diversidad de ISTO, ha señalado que "nuestra misión es la igualdad de género, la diversidad y la inclusión, y destacar el papel de las mujeres en la industria turística, creando nuevas oportunidades a través del empoderamiento, que será beneficioso para comunidades, empresas y para el desarrollo global". Pedemonte también ha apuntado la seguridad como una de las cuestiones presentes en las experiencias que viven las mujeres que viajan solas.
La formación de los profesionales del turismo, imprescindible
La formación ha surgido como un elemento imprescindible para que los profesionales del turismo estén preparados y formados para la gestión y la atención al colectivo. En este sentido, el CETT-UB inicia el curso 2021-2022 el Máster en Turismo LGTB, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y que permite adquirir las competencias personales y profesionales para dirigir y gestionar la oferta y la atención turística al colectivo LGTB. El temario de la formación incluye, entre otras cuestiones, la gestión de la diversidad; la situación de los derechos de este colectivo en el mundo y sus efectos sobre el turismo; el impacto del turismo LGTB en la actualidad y en un mundo digital, los perfiles LGTB y las motivaciones e inquietudes que tienen como clientes. Asimismo, trata la creación de producto, las buenas prácticas y la adaptación de los negocios y los destinos a esta demanda turística, que se ha constatado que viaja tres veces más que los no LGTB, hacen estancias más largas y gastan también tres veces más.