"Es importante que los estudiantes del CETT puedan comprender que todo lo que arrojamos al vertedero tiene un alto costo social y ambiental."
El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación y en el CETT queremos poner el enfoque en la gestión responsable de los recursos y la importancia de una educación en valores centrada en la sostenibilidad.
Una experiencia educativa en la que se explican las consecuencias del desperdicio alimentario.
El Gastrorecup es una estrategia de sensibilización y concienciación sobre el problema del desperdicio alimentario en forma de comida. Este almuerzo, que tuvo lugar el pasado lunes 2 de octubre en el CETT, reunió a cuarenta y cinco comensales en el Aula Restaurante del CETT-UB, un centro de referencia en turismo, hotelería y gastronomía.
La iniciativa, llevada a cabo este año en 18 ubicaciones en toda Cataluña, representó un desafío para los chefs (estudiantes del Grado en Ciencias Culinarias y Gastronómicas) y para Òscar Teixidó, jefe de cocina del CETT. Con alimentos en perfecto estado que iban a ser desechados (por su apariencia o sobreproducción), tuvieron que preparar un menú degustación que incluyera entrante, primer plato, segundo plato y postre. Teixidó explica: "Fue una gran experiencia con elementos educativos donde se explican las causas y consecuencias del desperdicio alimentario".
Una iniciativa de Ada Parellada
El Gastrorecup es una iniciativa impulsada por Ada Parellada, chef y propietaria del restaurante barcelonés Semproniana. Álvaro Arrieta, coordinador del Máster Universitario en Dirección Hotelera y Restauración, nos cuenta que una exalumna del máster que trabaja con la chef se puso en contacto con ellos y les propuso organizar una comida en el CETT. "Que una exalumna nos presente propuestas como esta le da sentido a todo el proceso pedagógico y a nuestros esfuerzos por fomentar una mentalidad sostenible".
Este almuerzo de protesta, aunque es una iniciativa puntual, tiene un alto valor simbólico porque envía un mensaje muy valioso: la denuncia de una lógica errónea en el sistema.
"Es importante que los estudiantes del CETT puedan comprender que todo lo que arrojamos al vertedero tiene un alto costo social y ambiental, no solo económico", concluye Arrieta.
El Gastrorecup en el CETT-UB
Un menú degustación con ingredientes destinados al vertedero.
"Crear un menú con ingredientes recuperados ha sido todo un desafío: requiere creatividad, innovación y una gestión eficiente de los recursos, pero no deja de ser una valiosa oportunidad para contribuir a la sostenibilidad y la reducción de los alimentos", explica Òscar Teixidó. En total, se ha evitado el desperdicio de 250 kg de alimentos. Los que no se utilizaron para el Gastrorecup se destinaron a la elaboración de menús en el Taller de Restauración del CETT.
Los alimentos fueron recibidos con entusiasmo por los comensales (45 personas), quienes valoraron el compromiso del CETT-UB en la lucha contra el desperdicio de alimentos y su preocupación por la sostenibilidad. "Es fundamental educar a los futuros profesionales de la restauración sobre los beneficios ambientales y la reducción del desperdicio de alimentos".
Esta experiencia permitirá que más personas, incluidos los estudiantes del CETT, tomen conciencia del problema del desperdicio de alimentos. Es una experiencia con elementos educativos en la que se explican las causas y consecuencias del desperdicio de alimentos.
